Presentó un equipo de semiprofesionales venidos de todo el mundo

13.07.2012 13:16

 

EEUU dio la campanada en 1950 al ganarle a Inglaterra 1-0 en el mundial de Brasil 1950. El equipo norteamericano estaba compuesto por jugadores de todos los sitios posibles del mundo, que no se conocían entre si hasta unos días antes de empezar la Copa del Mundo. El gol de la victoria fue obra del haitiano Getjens, que después jugaría en Francia.

 

              

 

Los ingleses que  llegaban a su primera participación en una Copa Mundial, llegaron a Brasil con una generación de figuras mundiales del mundo del fútbol, como Sir Stanley Matthews y se vieron sorprendido por un equipo de semiprofesionales y aficionados. El portero de EEUU, Franck Borghi era conductor de un coche fúnebre de profesión, el autor del gol, el haitiano, un lavaplatos en un restaurante de Brooklyn en el que trabajaba para pagarse sus estudios.

 

                       

 

Obviamente la reglamentación y los medios no eran los mismos que hoy en día, facilitando así que se pudieran dar estos casos. Los americanos, como si  de la película "Evasión o victoria" se tratara, fueron reclutando jugadores. Como en la fenomenal película donde el portero del equipo era Sylvester Stallone y la estrella Pele, los americanos se presentaron a jugar con un portero italiano, un defensa belga, un británico o un haitiano entre muchos otros. Poco después, la FIFA se llegó a plantear anular aquel resultado al descubrir France Football toda esta situación.

 

                 

 

Aquel partido se definió como el milagro de Belo Horizonte, por el lugar donde se jugó el partido, pues en EEUU, el fútbol estaba restringido a guetos y universidades. EEUU perdió contra España (como contamos en otro articulo) y las apuestas antes de jugar contra Inglaterra eran de 500 -1. De ahí de la machada realizada por EEUU con un equipo formado de la nada. Perdió su otro partido contra Chile y se marcho del Mundial con una única pero sonada victoria, muy del estilo de película americana. Después de esto, EEUU no volvió a jugar un Mundial hasta el de Italia 1990.

 

        

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