Posiblemente el nuevo Colusso

En esta misma sección de colgados por el fútbol, os hemos hablado del caso Cristian Colusso, aquel jugador argentino que llegó al Sevilla a finales de los 90. Pues cuando parecía que aquél esperpento no se podía superar, aparece en nuestra lista otro jugador argentino, con la peculiaridad de que este ahora mismo esta en activo, tiene 24 años  y estaba jugando una liga amateur en Huelva al no tener equipo.

Hablamos de Sebastián Ricardo Nayar, nacido el 10 de mayo de 1988. Se trata de un fenómeno con la carrera mas corta que el conocimiento lingüístico de Belen Esteban, por lo menos hasta el momento. Y es que como todo jugador argentino destacó pronto y como suele pasar en estos casos, los argentinos como grandes vendedores que son, lo  promocionaron como la nueva esperanza de Boca. Debutó en mayo  de 2008 y en julio del mismo año  ya estaba siendo fichado por el Recreativo de Huelva.

Pero claro, como pasa en estos casos, donde se suele vender la cabra, resultó que Boca Juniors, afirmaba que el jugador había renovado hasta 2012 por lo que su pase al Recreativo no valía. El jugador y su representante decían que ese documento era falso, comenzando así un contencioso que mantuvo al jugador en vilo hasta el 11 de marzo de 2009, cuando por fin paso a ser jugador oficialmente del Recreativo de Huelva a cambio de un millón de dólares. 

Viendo los resultados posteriores, lo mejor para todos, menos para Boca Juniors que hizo un negocio redondo, es que el amigo Nayar se hubiera quedado en Boca. Y es que duró hasta junio en Huelva. Al final de esa temporada rescindió su contrato con el decano del fútbol español, tras un montón de multas por indisciplina, sobrepeso y discusiones con el entrenador. Además, esa temporada el Recreativo descendió a segunda.

Después, nuestro protagonista siguió su carrera para irse al Deportivo Cali donde en 2010 se lesiono en un amistoso, salió de allí y se fue a jugar a Argentina donde solo duró una temporada. En 2011 se quedó sin equipo y volvió a Huelva, para jugar en un equipo de bomberos, una liguilla local, llamada el torneo de la amistad. Así que con 24 años y solo cuatro después de debutar como profesional, su carrera esta igual de parada que Espinete pegado con velcro, superando por lo menos hasta el momento, la nefasta trayectoria del clásico por excelencia en estos temas, Cristian Colusso.