Piterman hacía de entrenador y Presidente en el Racing y Alavés

Dimitry Piterman protagonizó en el año 2003 una de las imágenes más impactantes de la Liga de ese año. El empresario ucraniano tras comprar el 24% de las acciones del Racing de Santander se hizo cargo del equipo en todos los sentidos. Tanto que, además de manejar la dirección del cuadro cántabro, quiso hacer de entrenador a pesar de no gozar de licencia para ello.

El resultado fue de lo más ridículo. La prohibición de la Federación Española de Fútbol de dejarle sentarse en el banquillo propició que Piterman delegara en Chuchi Cos la labor de primer entrenador. Él, sin embargo, dominaba las alineaciones y los sistemas de juego de su equipo mientras se sentaba con un peto de prensa al lado de los fotógrafos a pie de campo.

La experiencia, como no podía ser de otra forma, duro poco debido a los continuos obstáculos. Sin embargo, al bueno de Dimitry pareció gustarle el show y repitió años después el número, en esta ocasión con el Alavés. El resultado: nunca segundas partes, fueron buenas.