Melena al viento

En el verano de 1996 llegó al Sevilla procedente del Olympiakos un Griego melenudo con  más pinta de galán de telenovela cutre que de jugador, llamado Petros Marinakis. Marinakis nació en  diciembre de 1968 en la mítica isla de Creta, tan mítica como su condición de  futbolista, porque se suponía que lo era. Petros empezó en el Ofi Creta para pasar a un equipo Griego de impronunciable nombre del cual llego al Olympiakos donde de alguna manera, consiguió hacer los méritos suficientes para llegar  al Sevilla CF, en una temporada donde el equipo hispalense juntó a talentos de la talla de Colusso, Mornar, Jelicic o Oulida (todos ellos merecedores de entrar en esta sección) y que acabó en un sonrojante descenso a segunda división del equipo sevillano. 

Marinakis no llegó a sufrir dicho descenso, después de la gran cifra de 11 partidos, rayando a un nivel mas que lamentable, se marcho en marzo  a Grecia, con la esperanza de sentirse un astro del balompié de nuevo, donde según parece le fue mejor que aquí. Marinakis fue un pufo de tal calibre que la gran mayoría de aficionados al fútbol ni recordaran, incluso ni los sevillistas. O quizás los colgados por el fútbol si.