Madrid- Castilla en la final de la Copa del Rey del 80

El Rinconcito nostalgico de "Colgados por el Fútbol" nos lleva a recordar la famosa final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y su equipo filial, el Castilla. Se trata de un suceso sin igual que posiblemente nunca más se pueda volver a ocurrir. Ocurrío en la temporada 79-80, cuando los equipos filiales tenían acceso también a jugar la competición del KO.

El Real Madrid, exento hasta octavos de final, no tuvó problemas en superar a Logroñés y Betis en sus dos primeras rondas. Más díficil lo tendría con el Atlético, al que eliminó en la tanda de penaltís. Una vez más se cumplía el pronostico y los blancos llegaban a la gran final. Lo que no estaba ni mucho menos en el guión era que su rival en la final fuera su hermano "pequeño", el Castilla.

El filial blanco fundado en 1971 maravilló a propios y extraños a lo largo de su trayectoria en la competición. Primero se encargo de eliminar al Extremadura, Alcorcón y Racing de Santander en las primeras eliminatorias. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. A partir de diecisisavos, los rivales eran de primera y como tal se iba a comportar el Castilla, entonces equipo que jugaba en segunda.

Con un Bernabeu abarrotado para ver jugar a las jóvenes promesas blancas, en la ronda de los 32 mejores, iba a caer el Hércules después de remontar un 4-1 adverso traido de Alicante. En octavos, sería un histórico, el Athletic el que sucumbiria después de ganar en San Mamés 1-2 y empatar a 0 en Madrid. En cuartos, la todopoderosa Real Sociedad (subcampeona de Liga ese año y ganadora de las dos siguientes temporadas) sería la que hincaría la rodilla. Y ya en semifinales, para terminar la apoteosís, sería el Sporting de un mito como Quini el que cedería en una drámatica prórroga después de conseguir remontar un 2-0 negativo traido de el Molinón.

Así pues, la fiesta madridista estaba servida y el Santiago Bernabeu, como no podía ser de otra forma, iba a vivir el 4 de junio del 80, una final inédita entre el equipo matriz (que logicamente jugó de blanco) y su filial (que lo hizó de morado).  En esta ocasión, no hubo piedad, y los mayores ganarón a los pequeños por 6-1. Sin embargo, todos los aficionados salieron contentos. Unos porque su equipo había ganado un nuevo título, y otros porque vierón que el futuro estaba garantizado.

La final de Copa le valió al Castilla para disputar la Recopa de la temporada 80-81 en la que caería en primera ronda contra el West Ham. (3-1 a favor del Castilla en la ida, y 5-1 de los ingleses en la vuelta disputada en Londres). Era la primera vez, que un filial disputaba una competición europea, y posiblemente la última, pues en 1990 la Federación prohibió la disputa de la Copa del Rey a los filiales.

A modo anécdotico, dejamos la alineación de aquella final, donde se puede apreciar en el Castilla a emblemas posteriores del Real Madrid como Agustín o Ricardo Gallego.

Real Madrid: García Remón; Sabido, Pirri, Benito Camacho; Ángel, Del Bosque, Stielike (García Hernández, min. 63); Juanito, Santillana y Cunningham (Roberto Martínez, min. 82).
Castilla: Agustín; Juanito, Herrero, Castañeda, Casimiro; Álvarez, Gallego, Bernal; Pineda, Paco (Sánchez Lorenzo, min. 46) y Cidón (Balín, min. 73).