Francia accedió al Mundial 2010 con mucha polémica y escándalos de por medio

20.06.2012 15:50

 

Que los grandes siempre gozan del favor de los árbitros parece claro. Y que a la FIFA le interesa que las grandes selecciones con potentes mercados lleguen a las fases finales de los mundiales también. Lo que no parece tan claro es que se escogieran métodos como el que ocurrió el 18 de noviembre de 2009 en el Stade de France de París.

 

Allí, Francia e Inglaterra se jugaban en la repesca la última plaza de acceso al Mundial de Sudáfrica 2010. Los franceses con el agua al cuello sacaron una falta al área irlandesa en plena prórroga de encuentro. La pelota fue a parar al segundo palo, donde Thierry Henry clamorosamente controló el balón con la mano para cederlo a William Gallas, que ya en línea de gol sólo tuvo que empujarlo.

Todo el mundo vio lo ocurrido menos el árbitro, el sueco Martin Hansson. Los jugadores irlandeses salieron a protestar al colegiado y al línea, pero de nada de sirvió. Si se trataba de hacerse el sueco, nadie mejor que Hansson. Por si fuera poco, la jugada la había precedido un claro fuera de juego de dos hombres galos.

 

El escandalo, bautizado como la "main de dieu" por la prensa francesa, se mantuvo presente varios días. La repercusión llegó a tal punto que Henry tuvo que pedir perdón a los aficionados contrarios. Incluso, los irlandeses apelaron a la FIFA en busca de una repetición del encuentro. Fue en vano, Francia tenía que estar en el Mundial a toda costa, y una simple mano en el área no bastaba.

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