Dos cambios mal realizados en apenas 4 años marcaron el rumbo del equipo

18.06.2012 15:56

 

La temporada 97-98 apuntaba alto para el Valencia y su entrenador Jorge Valdano. Una serie de fichajes por parte del entonces presidente Paco Roig había provocado que el optimismo en la capital del Turia se desbordara. Jugadores como Angloma, Djukic, Saib, Gerard, Milla o Marcelinho Carioca debian llevar al equipo che a luchar de tú a tú por el título liguero. Sin embargo, las cosas se torcieron muy rápido. En las tres primeras jornadas de Liga, el equipo cayo derrotado y lo más sangrante vino en el tercer encuentro disputado en el Sardinero de Santander.

 

 

Corría el minuto 62 del encuentro cuando Jorge Valdano decidió jugarse el todo por el todo ante la desventaja que tenía el conjunto valencianista en el marcador (2-1). Para ello, sustituyo al hispano-uruguayo Fernando Cáceres para dar entrada al brasileño Marcelinho Carioca. Craso error, porque en aquel entonces la normativa solo permitía jugar con cuatro extranjeros y la del entrada de Carioca suponía el quinto hombre no comunitario sobre el terreno de juego, y por ende, la infracción en el reglamento.

Las consecuencias no se hicieron esperar. Djukic tuvo que abandonar el partido y dejar el Valencia con 10. Jorge Valdano fue destituido fulminantemente al acabar el encuentro. La imagen del club estaba por los suelos.

 

 

Casualidades de la vida, y como el hombre es el único hombre que tropieza dos veces en la misma piedra, el 10 de octubre de 2001, el Valencia era expulsado de la Copa del Rey por repetir la misma gesta en un partido contra el Novelda (el cambio fue Serban por Vicente). En este caso, el entrenador, Rafa Benitez, se rehizo de sus fallos otorgándole al Valencia dos Ligas y una Copa de la UEFA. Juan Cruz Sol, delegado de campo en las dos ocasiones, puso el cargo a disposición.

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