Atocha es historia donostiarra

18.07.2012 18:40

 

Hoy colgados por el fútbol, quiere hablar de un estadio que a día de hoy ya no existe, quizás no fue el más bonito, ni el más elitista pero  fue un clásico del fútbol español y de el equipo que se batía el cobre sobre su césped. Cogemos de nuevo la maquina del tiempo de colgados por el fútbol para trasladarnos a San Sebastián, nos vamos a dar una vuelta por el estadio de Atocha. Abrochense los cinturones, despegamos.

 

                                            

 

El 4 de octubre de 1913, se inauguraba el  estadio de Atocha, con un partido contra los rivales por excelencia del equipo local, el Athletic de Bilbao. Ahí empezaban 80 años de historia, donde muchos equipos sufrirían de lo lindo sobre el césped del mítico estadio donostiarra. Con sus vetustas gradas, sus fondos sin asientos, abarrotados, donde los jugadores , sentían el aliento del publico en sus nucas, donde el césped se llenaba de barro cuando llovía, que era casi siempre y donde el mas pintado de los astros del balompié se tenia que remangar y pelear para ganar un partido. Aquel estadio, aquellos tiempos nos recuerdan la verdadera esencia del fútbol, en estado puro, de verdad.

 

 

 

Y es que la distancia desde la grada hasta la linea del campo, era tan mínima, que llegaba a intimidar a los rivales. Desde Di Stefano, Puskas  o Kubala hasta Laudrup, pasando por Cruyff, muchos fueron los astros de la época que jugaron en el mítico estadio donostiarra con suerte muy dispar. Atocha, contaba con cuatro gradas con unas viejas tribunas, donde los fondos carecían de asientos y se llenaban de aficionados, que casi literalmente, estaban encima del portero. La Real Sociedad vivió en Atocha los mejores años de su historia, donde ganó dos ligas seguidas la 1980-81 y la 1981-82, una Copa del Rey en 1987 y una Supercopa, de hecho, desde que cambió de estadio, no ha vuelto a levantar ningún titulo.

 

Llegó a disponer de un aforo de 27.000 espectadores, aunque al final, en los 80, por motivos de seguridad fue adaptada su capacidad a 17.000, lo que le convertía en una olla a presión cada vez que jugaba la Real en casa. Por este mismo motivo, se tuvo que cambiar de estadio, ya que las medidas de seguridad eran obsoletas y casi inexistentes y el coste para adaptar Atocha a los nuevos tiempos era altísimo, por lo que se tuvo que tomar la decisión de construir un nuevo estadio, la actual casa de la Real Sociedad: Anoeta.

 

Así, el portugués Océano, fue en 1993, el ultimo en marcar un gol oficial en Atocha, para dar paso al modernista y precioso estadio de Anoeta, donde las gradas están separadas del estadio por una pista de atletismo, perdiendo el encanto que destilaba Atocha. El 22 de junio de 1993, se derruía Atocha y con el estadio, se enterraban 80 años de historia, fútbol, sangre, sudor y lagrimas. Historia del fútbol pura y dura que fueron sustituidas por unos pisos de protección oficial, algo no tan romántico, pero la vida y el cambio de los tiempos es así.

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