La Eurocopa busca dueño a cara de perro

21.06.2012 12:08

 

Esta noche comienza lo bueno de la Eurocopa. Las eliminatorias que deciden el título. Aquí ya no valen titubeos o errores. Al menor despiste para casa. Así que ahora es cuando empieza el auténtico fútbol, el de vida o muerte. Y lo hace con un apasionante República Checa- Portugal, o lo que es lo mismo Cech contra Cristiano Ronaldo.

 

Aunque a priori, puede parecer que los portugueses son los claros favoritos, la cosa no está tan clara. La seriedad defensiva checa, unida a los problemas de elaboración de Portugal ante equipos encerrados provocan dudas. Los lusos son uno de esos equipos que rinden más cuanto mejor es el equipo que tiene enfrente. No en vano, sus fases previas nada tienen que ver en los últimos años con sus excelentes participaciones en fases finales. Por otro lado, Cristiano tiene ante si una oportunidad única para reivindicarse como futuro balón de oro.

 

Lo de mañana es otra cosa. Alemania parte como clara favorita ante Grecia. Los germanos son el gran rival a batir con permiso de España y los griegos la teórica cenicienta. El partido, no obstante, goza de cierta rivalidad, pues la coyuntura política y económica del viejo continente le da al encuentro un aroma de cierto derbi. A buen seguro, que los griegos querrán darle una alegría a su pueblo y se dejarán el alma con tal de vencer a Alemania.

 

El sábado viene el plato fuerte con el España-Francia. Partido de máxima tensión donde la Roja debe mostrar sus credenciales como mejor equipo del mundo. Por su parte, los galos lo confiarán todo a su temible parte atacante con Benzema y Ribery de estiletes. Si España juega como sabe, Francia debería ser un obstáculo salvable a pesar de la dificultad de los "blues".

 

El domingo la ronda de cuartos se cierra con un clásico de los que no se suele ver muchos: Italia- Inglaterra. Partido muy abierto con dos equipos que vienen sin hacer ruido, pero que dejará a uno de ellos en semifinales.

La duda del encuentro se centrará en quién llevará el peso del partido, pues ambas selecciones representan la esencia del contragolpe. 

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